El presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS), Rafael Ortí Lucas, ha participado hoy en la sesión de trabajo celebrada en el Congreso de los Diputados sobre el informe de resistencias antimicrobianas elaborado por la consultoría HIRIS.
Ortí Lucas, durante su intervención, ha insistido en la importancia de dar visibilidad al problema de las resistencias antimicrobianas, ya que constituyen una auténtica pandemia silenciada que amenaza la Salud Pública desde hace años.
El informe alerta sobre las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos que afectan a 4 millones de personas y son responsables de 35.000 muertes cada año en España, y hace referencia al bajo impacto de las acciones emprendidas en otros países europeos. Sin embargo, el presidente de la SEMPSPGS ha advertido que se trata de un informe con aportaciones sesgadas.
“Llama la atención – ha explicado Ortí Lucas- que en todo el informe no aparezcan términos tan valorados como Medicina Preventiva, Salud Pública, campañas de vacunación o medidas no farmacológicas. Sorprende, por el desconocimiento que implica, que entre las 63 referencias bibliográficas se incluyan notas de prensa, pero no se cite el EPINE, un estudio epidemiológico avalado por el ECDC y cofinanciado por el Ministerio de Sanidad; que aporta información tan relevante como que el 45% de los pacientes hospitalizados están siendo tratados con antibióticos y que el 7% sufre al menos una Infección Nosocomial, de las que la 6ª parte (el 17%) son producidas por las multirresistencias. Además, resulta un tanto desconcertante, que aunque se insta a abordar la problemática de las resistencias antibióticas desde una perspectiva One Health el informe se focaliza en la salud humana.”
En el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN) se enfatiza que el problema de las resistencias antimicrobianas es multicausal y complejo, pero “entendemos que no se puede afirmar que los pacientes graves no reciben los antibióticos adecuados en los hospitales, ya que es inexacto, pues reciben tratamientos de muy amplio espectro, con costes elevados. Estos medicamentos están causando resistencias en microorganismos de origen nosocomial (hospitalario) y que son los que realmente afectan a la mortalidad de los pacientes graves.”
En 2019 se aprobó el nuevo PRAN para el período 2019-2021, y entre los múltiples participantes, los internistas expertos en enfermedades infecciosas junto a los microbiólogos, han participado de manera activa y, sin embargo, consideramos simbólica la participación de representantes de la SEMPSPGS.
Un aspecto importante en el tema de las resistencias antimicrobianas es el referido a la prevención y control de la diseminación de las cepas resistentes ya detectadas en un centro. “Para ello son fundamentales las actividades que venimos desarrollando los profesionales de los servicios de Medicina Preventiva hospitalarios, como son las medidas de aislamiento y, sobre todo, la implantación de los programas de mejora de la higiene de manos, así como la bioseguridad ambiental en salas de alto riesgo. El informe presentado no hace mención en ningún momento a la posible contribución que estas actividades, básicas y necesarias en todo programa de prevención y control de infecciones de un centro sanitario, han podido tener en el consumo de antibióticos en general y en la incidencia de microorganismos multirresistentes en particular. Mezclar las medidas no farmacológicas que, además, han demostrado la efectividad en el control de la pandemia, y que han salvado tantas vidas, junto a la campaña de vacunación como medidas de prevención primaria, con la reducción del consumo de antimicrobianos, es utilizar asociaciones de conceptos sin el adecuado rigor epidemiológico con fines que no alcanzamos a conocer.”
Ante esta situación, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria, ha advertido en el Congreso de los diputados de la necesidad de tener una visión más global sobre este problema y para ello, su presidente ha insistido en que “es imprescindible ampliar la participación efectiva y equitativa en todas las líneas del PRAN tanto a otras especialidades médicas y a otras disciplinas como farmacéuticos, biólogos, enfermeros y veterinarios, como a las propias plataformas de pacientes.”