Con motivo del Día Internacional de la Concienciación sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH), la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitario (SEMPSPGS) insiste en la importancia de la vacunación tanto en niñas como en niños para prevenir la infección y otras enfermedades derivadas de ella.
El virus del papiloma humano es, en varios países, el principal agente causal de enfermedades de transmisión sexual. A nivel mundial, es la infección anogenital más frecuente, teniendo como principales sujetos de riesgo las personas entre 15 y 25 años, ya que la mayor frecuencia de infecciones ocurren en los diez primeros años de vida sexual.
Desde la SEMPSPGS se insiste en que “ la infección por el VPH es un problema que afecta tanto a hombres como mujeres. En ellas, a nivel mundial, la prevalencia de infección genital por HPV alcanza el 10%, siendo el serotipo 16 el más frecuente. Asimismo, la vinculación directa de la infección por VPH y diversos tipos de cánceres, tanto en hombres como mujeres, ha sido muy establecida.”
Desde hace algo más de 15 años es posible la vacunación frente a este virus, cuyo resultado ha sido un importante descenso en la carga de enfermedad de las infecciones relacionadas con este virus, así como enfermedades derivadas de él. Estudios realizados en EEUU han observado reducciones de casi el 90% en muestras de cérvix comparando la época prevacunal con la vacunal, e incluso en un contexto de porcentaje de cobertura subóptimo.
Actualmente existen 3 tipos de vacunas frente al VPH: bivalentes, tetravalentes y nonavalentes. Estas últimas incluyen 9 serotipos del HPV, que en conjunto causan el 90% de todos los cánceres de cérvix y de canal anal, de ahí la altísima protección que son capaces de proporcionar.
La Red de Vacunas de la SEMPSPGS explica que “con el paso de los años, y superadas las dudas que parecieron existir en sus inicios sobre su seguridad, las vacunas frente al VPH han quedado incluidas en los calendarios vacunales infantiles de los distintos países, aunque con cierta heterogeneidad. Por ejemplo, en España no se vacuna a los niños de forma rutinaria. El Comité Asesor de Vacunas del Reino Unido establece, en un reciente documento que, gracias a la enorme eficacia y efectividad de estas vacunas, la primovacunación puede reducirse a una única dosis, administrada hasta los 14 años de edad. “
La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria insiste en la importancia de seguir facilitando el acceso a la vacunación frente al virus del papiloma humano, en cuanto puede abrir nuevos horizontes en nuestro país a la vacunación, también de los niños, frente a este virus, y las infecciones y enfermedades que se derivan de él.”