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La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria desea manifestar su desacuerdo sobre la intención de determinadas universidades españolas, que pretenden reducir el número de créditos de la asignatura de “Medicina Preventiva y Salud Pública” en el grado de medicina, para incluir la asignatura de “Medicina Familiar y Comunitaria”, según ha aparecido en algún medio de comunicación y ve con preocupación la decisión tomada por algunas universidades.
La propuesta de este cambio repercute de manera directa en la formación integral de los futuros profesionales médicos, que precisan, muy al contrario de la creencia de estas universidades, una formación que les permita a los médicos tener una visión holística de la salud pública para poder prevenir enfermedades y promover la salud, dotándolos de herramientas que les van a permitir actuar de manera coordinada frente a situaciones emergentes, y el ejemplo más reciente lo encontramos en la reciente pandemia.
La mayoría de los grados en sus presentaciones utilizan frases como “ser capaz de desarrollar actividades de prevención de la enfermedad y promoción de la salud tanto a nivel individual como poblacional”[1] o “dedicados a la indicación y realización de las actividades dirigidas a la promoción y mantenimiento de la salud, a la prevención de las enfermedades”[2] , actividades cuyas competencias recaen de manera directa en la asignatura de “Medicina Preventiva y Salud Pública”.
Los estudios de grado de medicina, al igual que los sistemas de salud, deben adaptarse a la realidad de la sociedad actual y futura. Con una población cada vez más envejecida y que busca unos óptimos niveles de calidad de vida, es imperativo que se produzcan cambios significativos en las políticas de salud y en la enseñanza de la medicina.
La sostenibilidad de nuestro actual sistema sanitario pasa por una mayor presencia y formación en promoción de la salud, prevención y educación para la salud. Hasta ahora, la enseñanza de la medicina se ha basado en el paradigma de la curación, la hiperespecialización y la hipertrofia memorística de datos y conceptos que probablemente nunca se lleguen a utilizar a lo largo de la vida profesional. Las asignaturas de “Medicina Preventiva y Salud Pública” y de “Medicina Familiar y Comunitaria” deben protagonizar el cambio de paradigma, ya que son las encargadas del desarrollo y de la aplicación de estrategias de prevención, educación y promoción de la salud en la población y la comunidad. Ambas deben estar presentes en el grado de medicina y no sufrir una erosión en el número de créditos de “Medicina Preventiva y Salud Pública”, para que la presencia de la “Medicina Familiar y Comunitaria” sea una realidad; al contrario, las dos asignaturas deben caminar juntas y reivindicar su presencia en los grados de medicina, para que los futuros profesionales tengan una formación preparada para la sociedad a la que van a atender.
Estamos convencidos que un desarrollo completo de la formación es prioritaria para los futuros profesionales especializados, preparados y cualificados en estas disciplinas dentro de las universidades españolas. Entendemos y defendemos rotundamente que ambas materias deben considerarse básicas y obligatorias en los planes de estudio, por lo que consideramos necesario hacer una revisión de los planes de estudio para asegurar una formación completa e integral adaptada a la realidad sociosanitaria actual.
Las salidas profesionales o el examen MIR no deberían orientar la formación o el plan de estudios de los futuros profesionales. Queremos un sistema sostenible y una sociedad cada vez más sana, y la única manera de conseguirlo es con el trabajo conjunto de la medicina preventiva y la salud pública con la medicina familiar y comunitaria. No entenderlo así, supone una planificación equivocada y cortoplacista que no responde a las necesidades presentes y futuras de la salud pública española.
Necesitamos futuros profesionales en ciencias de la salud (Grado de enfermería y Grado de medicina) bien formados y preparados para la sociedad en la que convivimos, y esto implica conocer de primera mano lo que significa promover y fomentar la salud. Esto solo se logra con una formación bien adherida a las características poblacionales.
Somos los responsables y formadores de las nuevas generaciones, los encargados de potenciar la universidad como entorno promotor de la salud pública de la comunidad universitaria y de la sociedad en su conjunto, de fomentar la investigación y la docencia en promoción, prevención y gestión de la Salud, y de favorecer el intercambio de experiencias a nivel internacional y adaptarla a nuestro entorno para alcanzar nuevos niveles de salud en nuestra población.
Nuestra meta, muy al contrario de lo que se pretende en algunas Universidades de Medicina, va dirigida a promover y favorecer el trabajo conjunto entre los organismos de salud pública, las instituciones comunitarias y las universidades.
La universidad reúne varias de las características de estos entornos. Es un centro de trabajo, es un centro educativo y, además, es una institución de especial relevancia en tanto que investiga y garantiza el avance de nuestra sociedad a través de la formación y la innovación en medicina.
Los profesionales sanitarios necesitan en su formación de la medicina preventiva y la salud pública, la única especialidad que “cura en silencio y previene tantas enfermedades”.
La Medicina Preventiva y Salud Pública, según American Board of Medical Specialities, es la especialidad dedicada a la salud de individuos y poblaciones definida para proteger, promover y mantener la salud y el bienestar, y prevenir la enfermedad, la incapacidad y la muerte prematura. El primer paso en la lucha contra las enfermedades es evitar que los pacientes enfermen, lo que hace todavía más destacable la importancia de la Medicina Preventiva y Salud Pública. Si evitamos las infecciones estaremos evitando el uso de antibióticos, y es sabido que el mejor antibiótico es el que no necesita tomarse.
Nuestra experiencia y conocimiento son esenciales para abordar problemas de salud de manera integral y efectiva. Creemos firmemente que nuestra presencia en el Grado de Medicina enriquecería las formaciones y contribuiría al logro de soluciones más completas y sostenibles.
Por lo tanto, les instamos a considerar la inclusión de la Medicina Preventiva y Salud Pública en sus planes de estudios. Esto no solo sería de interés para la comunidad médica y científica, sino también para la sociedad en general, que se beneficiaría de un enfoque interdisciplinario en la lucha contra las diferentes patologías.