Última actualización el Lunes 02 de Marzo de 2020
La educación sanitaria dirigida a profesionales sanitarios como a la ciudadanía en general es uno de los principales objetivos de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH). En el marco de esa finalidad y con motivo de los casos de coronavirus surgidos en España, especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública aclaran las medidas de prevención a adoptar ante aquellas enfermedades que se transmiten por gotas y en casos en los que se indica aislamiento domiciliario.
Nos referimos a transmisión por gotas cuanto partículas superiores a 5 micras, generadas al hablar, toser o estornudar, siendo incapaces de permanecer suspendidas en el aire, tienen la capacidad de trasmitirse a uno o dos metros de distancia. Ocurre en enfermedades como la gripe, la tosferina, la difteria y la rubeola, en la enfermedad neumocócica y meningocócica, y en el coronavirus.
Transmisión por gotas: ¿qué medidas preventivas deben adoptarse en los hospitales?
Desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene recuerdan que la persona enferma debe permanecer en un cuarto aislado y en caso de no ser posible debe situarse a una distancia no menor de un metro o dos metros de otros pacientes. En estos casos, también sería recomendable separarlos con algún medio físico, como puede ser una cortina o mampara.
La higiene de manos debe realizarse antes y después de estar en contacto con el paciente, y se establece el uso de mascarilla quirúrgica para estar a menos de un metro del paciente, la cual debe desecharse antes de salir de la habitación. En caso de realizar maniobras que impliquen un riesgo de salpicadura deben usarse, además, guantes y batas, y del mismo modo que las mascarillas quirúrgicas deben desechase antes de abandonar la estancia en la que permanece el paciente.
Condiciones de aislamiento domiciliario.
El aislamiento domiciliario está indicado en pacientes con sospecha de enfermedad o enfermedad leve que no presentan ninguna enfermedad crónica o inmunosupresión, con una situación clínica estable y siempre que el domicilio cumpla con determinadas características, y el paciente y las personas que conviven con él se comprometan a seguir una serie de recomendación de protección y contención de la enfermedad.
Las personas que convivan o cuiden de estos pacientes en aislamiento domiciliario deberán intensificar su higiene de manos con agua y jabón o soluciones de base alcohólica, usar mascarillas quirúrgicas cuando estén con el enfermo y añadir el uso de guantes desechables si entran en contacto con secreciones.