Los esfuerzos dirigidos a comprender mejor los efectos adversos de los medicamentos el mundo real y las poblaciones específicas de pacientes con tendencia sufrirlos, pueden ayudar a un mejor enfoque en la prescripción ambulatoria que beneficiaría la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes.
En una iniciativa dedicada a obtener y mantener actualizados datos descriptivos representativos de la utilización de los medicamentos y de sus efectos no deseados, investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE estudiaron las características de las visitas al servicio de urgencias por eventos adversos en el periodo 2013-2014 y analizaron la evolución desde la última toma de datos que se centró en el periodo 2005-2006.
Después de revisar datos de 42.585 casos atendidos en 58 unidades de urgencias a lo largo y ancho del país, los investigadores estimaron en 4 por cada 1.000 personas el número de visitas al servicio de urgencias por causa de eventos adversos de algún medicamento consumido.
Casi la mitad (46,9%) de las visitas al servicio de urgencias por eventos adversos de los medicamentos implicaron anticoagulantes, antibióticos y medicamentos para la diabetes; eventos adversos clínicamente significativos fueron: hemorragia, reacciones alérgicas de moderados a graves, y hipoglucemia de moderada a grave, y efectos neurológicos.
Del total de visitas con origen en la toma de fármacos, el 27% dio como resultado la hospitalización, con más inclinación entre los adultos mayores (44% del total de ingresos).
Cuando se estratificó por edad, los antibióticos implicaron con mayor frecuencia niños de ?5 años (56%); en el caso de los niños y adolescentes de 6-19 años, antibióticos (32%) y antipsicóticos (4,5%) fueron los principales grupos de medicamentos responsables de la necesidad de atención de emergencia. Anticoagulantes, medicamentos para la diabetes, y opioides estaban implicados en casi el 60% de las visitas entre los adultos mayores (?65 años). En concreto, warfarina, rivaroxaban, dabigatrán, enoxaparina, insulina y cuatro agentes antidiabéticos orales se encontraban entre los 15 fármacos más comúnmente identificados. Los medicamentos que deben ser siempre evitados en los adultos mayores de acuerdo a criterios de Beers se vieron implicados en el 1,8% de visitas analizadas.
En la comparación con los datos de 2005-2006, la proporción de visitas por eventos adversos que incluían anticoagulantes y medicamentos para la diabetes ha aumentado desde 2005-2006, mientras que la proporción de visitas debido a los antibióticos ha disminuido. Por grupos de edades, el principal aumento se observó en los adultos de 65 años o más, que en 2013-2014 representaron el 34% del total frente al 26% de 2005-2006.
Fuente: http://jamanetwork.com/journals/jama/article-abstract/2585959